Reformas propuestas relacionadas con los problemas
educativos del siglo XVIII
CARLOS III (1759-1788)
Hijo de Felipe V y considerado el Rey Ilustrado, su reinado se caracterizó por la aplicación de
las reformas del despotismo ilustrado. Este reinado se desarrolló en la Ilustración con él se
extendió la conciencia de la necesidad de emprender reformas en la agricultura, ocupación de
la mayoría de la población y que estaba muy atrasada. Sus reformas fueron dirigidas hacia el
reparto de tierras comunales, división de latifundios, recortes de privilegios de la Mesta,
protección de la industria privada, liberación del comercio y de las aduanas, etc. Para ello se
crearon asociaciones como las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País y los
ministros de Carlos III prepararon diversos planes de reforma como el Memorial Ajustado
de Campomanes y el Informe sobre la Ley Agraria de Jovellanos que denunciaban las
enormes propiedades amortizadas (mayorazgos de la nobleza o manos muertas de la Iglesia) y
afirmaban que el acceso del campesinado a la propiedad de la tierra era una condición
necesaria para el progreso del país.
Los ministros ilustrados aprobaron medidas para fomentar el desarrollo de la Industria. Se
rompió el monopolio de los gremios en 1772; se establecieron, con escaso éxito económico,
las Reales Fábricas, con apoyo del estado (armas, astilleros, vidrio, tapices…).
Interesado en promover la prosperidad del país, su programa de reformas e iniciativas alcanzó
a las obras públicas, destacando la construcción del pantano de Loja, el puerto de San Carlos
de la Rápita o la repoblación de Sierra Morena, creando municipios de nueva construcción
como La Carolina.
Con respecto al comercio se adoptaron medidas conducentes a integrar el comercio nacional,
como la mejora de las vías comunicación o la supresión de las aduanas interiores.
Económicamente hay que recordar a este monarca porque tendió a unificar el sistema
monetario creando el primer papel moneda y la primera banca estatal (Banco de San Carlos
1782).
En el ámbito cultural, Carlos III entendía que la prosperidad nacional pasaba por el desarrollo
cultural y educativo por ello impulsó la investigación científica, reformó la docencia y
favoreció la difusión de los conocimientos.
En cuanto a la política exterior, intentó mantener el prestigio español y su presencia colonial,
para ello, reformó el ejército e incrementó el poder naval español, hasta el punto de que pudo
ser considerada en su época como la más poderosa después de la británica, además de esto,
quería conseguir la paz en el Mediterráneo para garantizar el comercio español en estas aguas,
neutralizar a Gran Bretaña en las colonias americanas y recuperar Menorca y Gibraltar de
manos de los ingleses; conseguiría recuperar la primera plaza pero no así la segunda que sigue
siendo colonia británica.
CAMPOMANES (1723-1803)
Pedro Rodríguez de Campomanes y Pérez, conde de Campomanes; Santa Eulalia de Sorriba,
1723 - Madrid, 1803.
Introdujo una serie de medidas reformistas relacionadas con los problemas educativos de
mediados del S. XVIII. Entre ellas, cabe destacar:
- Los cuerpos de oficios, o gremios de artesanos, necesitan una educación y enseñanza particular;
respectiva a cada arte u oficio. Considera que la educación -técnica y moral- es
insuficiente y descuidada entre los artesanos, lo que se deja sentir en la decadencia de las
artes. Campomanes expresa la necesidad de que las artes y los oficios mejoren a través de la
enseñanza, pues de lo contrario nuestros artefactos y manufacturas serán inferiores a las
extranjeras.
- La subordinación de los discípulos o aprendices a sus maestros; el estudio del dibujo; el rigor
y justificación de los exámenes; los premios necesarios. Para Campomanes, es importante, por
ello, la mejora de la legislación y la existencia de sociedades económicas que recompensen el
verdadero mérito.
- La educación de la mujer, con programas destinados a su enseñanza. Campomanes confía en
la educación y es partidario de que las niñas reciban una enseñanza proporcionada,
necesariamente acompañada de ejemplo materno. La idea de la necesidad de la enseñanza y
de la aplicación femenina, aunque diferencial, ha de ser común a las dos clases, la popular y la
acomodada. Campomanes considera que ha llegado el momento de acabar con la ociosidad y
la falta de educación de las mujeres.
- Enseñanza de las reglas propias de cada oficio, sólido y tenaz método de estudio,
conocimiento del dibujo y excelentes catedráticos. Campomanes reitera su pretensión de
enseñar, perfeccionar, animar y dignificar las artes y oficios. Aclara que el término ‘artes’ se
extiende tanto a las ciencias especulativas como a los oficios prácticos. Artes, en suma, que
precisan una mejor educación y el auxilio de las matemáticas. Es preciso conocer las reglas de
cada arte u oficio. Su enseñanza requiere teorías que el aprendiz debe adquirir de su maestro.
El aprendizaje ha de ser gradual y metódicamente conducido.
- Se insiste en la necesidad y utilidad del dibujo en las artes. Los maestros deben saberlo y
enseñarlo en la escuela por obligación.
- Se propugna una educación moral en la que se atiende igualmente a la dimensión religiosa y
a la vertiente civil. Se critica el extendido uso de la capa y cofia, que contribuye a fomentar la
pereza de no peinarse y a que surjan diversos problemas de salud.
- Se hace hincapié en el valor de los rudimentos de lectura, escritura y aritmética desde la
niñez
- El examen de los aprendices es fundamental para el progreso de las artes. Si el aprendiz
aprueba pasa al grado de oficial, equivalente a bachiller en cualquier Facultad.
- Los oficiales han de mejorar gradualmente en su arte y conducta hasta estar en condiciones
de pasar a maestros.
- Destaca también el papel de los hospicios, por su carácter asistencial a los menesterosos y su
relación con la enseñanza.
- Propugna la realización de exámenes transparentes, justos y públicos para cuantos aspiran a
la condición de maestros.
- Los cuerpos de artes y oficios han de estar sujetos a examen que deben realizar dos
veedores, es decir, maestros hábiles y expertos que inspeccionan con imparcialidad y, en su
caso, amonestan e informan a la justicia
- Defiende que se precisa un tiempo de aprendizaje variable según el oficio, progresión y
respeto a los aprendices.
- Demanda instrumentos, maquinaria, tratados y maestros inteligentes. Está convencido de
que con estos elementos, reglas de la enseñanza y método paulatino se podrán rectificar
muchos errores de los oficios y hasta se podrán introducir algunos desconocidos.
- Impulsa la modernización pedagógica.
- Muestra una postura moderada respecto a cómo se ha de amonestar a los mozos
indisciplinados
- También contempla la prevención y la reinserción de marginados de diversa índole a través
de la educación.
JOVELLANOS (1744-1811)
Según Jovellanos, la educación es el resultado de una buena instrucción, por tanto gracias a
que el hombre es “instruible” es un ser educable y educar a un hombre es ilustrar su razón con
los conocimientos que pueden perfeccionarle.
La instrucción, según Jovellanos, sería: la perfección del hombre en orden a sí mismo
(perfección y felicidad individuales), la comunidad (progreso y prosperidad nacionales o
felicidad del Estado), la naturaleza (un mayor conocimiento y aprovechamiento de los recursos
que ella brinda) y Dios (será la instrucción la que conduzca al hombre al destino que el Creador
le ha reservado).
A este ilustrador le preocupa principalmente:
- Los temas de la instrucción pública y de reforma universitaria.
- Su interés para la formación de un plan general de instrucción pública (perfección
física, intelectual y moral):
- La necesidad de unificar métodos y libros de estudio para todo el país.
- Propone que me imparta “La generalidad de los principios de cada ciencia primitiva”.
- Proclama que la enseñanza se debe impartir en lengua castellana, por lo que es
necesario ayudar a los profesores con buenas traducciones de obras extranjeras.
- Defiende que el examen público se ha de exigir a todo alumno para que pase de un
nivel a otro superior, y demostrar así que ha estudiado con aprovechamiento.
- Se interesa por los espectáculos públicos, como el teatro, ya que puede influir
favorablemente en la educación de la juventud.
- Defiende todo lo que suponga motivación, como los certámenes públicos que
manifiestan la presencia escolar en la sociedad.
- Aborda también la educación de las niñas, la que ha de tener como objetivo principal
convertirlas en buenas madres de familia (Admite que asistan a escuelas generales y
gratuitas donde aprendan primeras letras, principios religiosos y labores para hacerlas
recogidas y virtuosas; en el caso de aquellas que pertenecen a familias pudientes su
educación podrá hacerse de forma más completa y esmerada en colegios costeados
por sus padres).
CONDE DE CABARRÚS (1725 – 1810)
Cabarrús nació en Bayona, pero se nacionalizó como español. Fue el primer director del Banco
de San Carlos, miembro activo de la Sociedad Económica de Amigos del País y uno de los
mejores genios de la economía.
Su plan de enseñanza es muy radical y se adecúa a la burguesía de la época. Propone un
gobierno basado en la seguridad de las personas, la propiedad de los bienes y la libertad de
opiniones, destacando la importancia de la educación, ya que para él es indispensable.
Para Cobarrús, como para los demás ilustrados, la enseñanza debe ser física, intelectual y
moral y ataca fuertemente a la enseñanza de la Iglesia.
En cuanto a la enseñanza básica Cobarrús establece la creación de varias escuelas donde los
niños aprendan a leer, escribir y contar, el Catecismo político y algunas nociones de
Geometría. Esta enseñanza elemental debe ser cursada por todos los niños sin distinciones de
clases sociales.
Eran necesarios libros sencillos y un catecismo político sobre la constitución del Estado, los
derechos y obligaciones del ciudadano, la definición de leyes, la utilidad de su observancia y los
perjuicios de su incumplimiento.
Tras recibir esta enseñanza los niños comienzan a dedicarse a distintas carreras que serían
elegidas por el gobierno, ya que dirigía las vocaciones de los jóvenes intentando promover la
agricultura, comercio, ganadería, las artes...
La formación de los maestros no es algo en lo que intervenga ya que Cobarrús piensa que
cualquier hombre sensato y honrado que utilice métodos buenos y eficaces y destaque su
humanidad y patriotismos puede dedicarse a ello. Pero deben ser reconocidos sus esfuerzos y
ser objeto de gratitud, así como recibir honores por su labor. Establecía que la religión debía
enseñarla la Iglesia y los padres de los jóvenes pero la educación nacional debía ser llevada a
cabo por los laicos.
Cabarrús es el primer defensor de separar la enseñanza en dos bloques, la enseñanza de la
religión por una parte y el del resto de las materias por otra.
PABLO DE OLAVIDE (1725-1803)
Pablo Antonio José de Olavide y fue un escritor, traductor, jurista y político español. Desarrolló
exitosas empresas de colonización en España conocidas como las Nuevas Poblaciones de
Andalucía y Sierra Morena.
Fue procesado y condenado por la Inquisición española en 1778,
aunque logró evadirse exiliándose en Francia. También fue caballero de la Orden de Santiago.
En su larga vida, llena de éxitos y fracasos, llega por fin a Sevilla donde fue nombrado asistente
y llevó a cabo sus primeras reformas.
Entre ellas destacaría la recordación urbana de la ciudad,
a partir de la cual todas las casas, iglesias y conventos habían de ser numeradas con azulejos,
agrupándolas por manzanas, siendo todo ello costeado por los dueños de los inmuebles.
Además, se dividió la ciudad en cinco cuarteles (incluida Triana) los cuales quedaban en su
conjunto subdivididos en 40 barrios (ocho barrios por cada cuartel), que a su vez hacían un
total de 320 manzanas.
Además Olavide estaría al frente de otros proyectos considerables para la sociedad sevillana,
como la reforma universitaria y docente, gracias a la cual, hoy en dia existe una universidad
con su nombre, la liberación del comercio, la mejora de la navegación del río Guadalquivir o la
reforma agraria e incluso de la beneficencia municipal.
Hizo frente también Olavide al fraude en la Real Hacienda y a los abusos en la administración
de las rentas municipales; así como a la injusta distribución de la tierra e incluso a la vida
relajada en los numerosos conventos de la ciudad.
También fueron notables sus aportaciones en el plano cultural, destacando su recuperación de
las funciones teatrales en la ciudad, que habían sido prohibidas en Sevilla por cuestiones de
rigidez moral, tal y como apunta el catedrático sevillano Alfonso Pozo Ruiz en uno de sus
trabajos para la hispalense sobre la figura de Pablo de Olavide.
Muchas de estas reformas, le llevaros a tener problemas con la santa inquisición. Y tuvo en
varias ocasiones que exiliarse.